Composición de Rafael de León y el Maestro Quiroga, la zambra “Tus ojos negros” fue grabada por primera vez (y de manera insuperable) por la genial Estrellita Castro (1908-1983) en 1940 para el sello Columbia junto a una orquesta dirigida por el propio Quiroga • Estrellita Castro -Tus... Conocida también como “Santa Lucía”, en octubre de aquel mismo año Conchita Piquer (1906-1990) la registraría para Odeón acompañada de una orquesta a la batuta del Maestro Lizcano de la Rosa • Conchita Piquer - Tus ... Estrellita volvería a grabarla en 1968 Belter realizando una versión magnífica que para muchos aficionados ha sido la de referencia durante décadas • Estrellita Castro -Tus...
“Tus ojos negros” conoció algunas inspiradas revisiones como las realizadas por Angelillo junto a una orquesta a la órdenes de Bernardino Teres (RCA Victor, 1945 • Tus ojos negros Ange... , o por Antonio “El Chaqueta” a ritmo bulerías con Paco Aguilera a la guitarra (Columbia, 1950 • Tus Ojos Negros (Canci... )
Dolores Abril grabaría una interesante versión de “Tus ojos negros” para la película “Gitana” (Joaquín Bollo Muro, 1965) que sería editada al año siguiente por el sello Belter.
«En la noche negra de mi mala suerte,
¡ay, Santa Lucía de mi corazón!,
como dos civiles me llevan tus ojos
por la carretera del mayor dolor.
Yo tenía mi estrella, mi sol y mi luna,
¡ay, Santa Lucía de mi corazón!,
pero desde el día que me vi en tus ojos
ya no tengo estrellas, ni luna, ni sol.
Y más que la suerte,
y más que la muerte,
más negros todavía
son esos sacáis que me están matando.
¡Ay, Santa Lucía!
Tus ojos negros, tus ojos,
tienen la culpa de to';
si no los hubiera visto,
por los clavitos de Cristo,
que no me viera así yo.
Quiero que esos dos luceros
me alumbren de noche y día,
porque si no yo me muero…
¡vida mía!
Tus ojos negros, tus ojos,
candiles de mi dolor,
tus ojos tienen la culpa,
tienen la culpa de to'.
Debiste dejarme ciega de repente,
¡ay, Santa Lucía de mi corazón!,
y así de seguro no hubiera sabido
la mala partida de esta sinrazón.
Porque yo no puedo vivir sin sus ojos,
¡ay, Santa Lucía de mi corazón!
Y en mi noche negra que me dé la muerte
es lo que mil veces le pido yo a Dios.
Y de esta negrura,
y de esta amargura,
y de esta agonía
la culpa la tienen tus ojitos negros.
¡Ay, Santa Lucía!
Tus ojos negros, tus ojos,
tienen la culpa de to';
si no los hubiera visto,
por los clavitos de Cristo,
que no me viera así yo.
Quiero que esos dos luceros
me alumbren de noche y día,
porque si no yo me muero…
¡vida mía!
Tus ojos negros, tus ojos,
candiles de mi dolor,
tus ojos tienen la culpa,
tienen la culpa de to'.»
18 сен 2024