Estudio detallado del texto: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren". (Juan 4:24) #Predicas2023 #jhonmacarthur
Gracias por compartir la enseñanza del pastor MacArthur. Recomiendo puedan leer su libro “Adorar ¡La máxima prioridad!” donde profundiza el tema tratado en este video. Dios los bendiga. Pdta: A los oyentes, para corregir el audio que está acelerado en este video, vayan a configuración, velocidad de reproducción y bajen a “x 0.75”.
¡ORACIÓN, PADRE NUES-TRO! "Y UN CONTEXTO" DESGLOSADO SENCILLO Mateo 6:5-8 Y cuando 👐 ores, no seas como los.. Mt.6:9-13 Vosotros, pues orareis así: Padre nuestro que estás en los cielos (2 Cor.12:2 fue arrebatado hasta el tercer cielo, el cielo 3, del cielo 2, de los cielos 1), santificado sea tu nombre (Ex.3:14-15 IEHOUÁ Dios), venga tu reino (Ap.20:4, 6), hágase tu voluntad; así en los cielos, como también en la tierra (Col.1:20), el pan NUESTRO DE CADA DÍA, dánoslo HOY (Jn.6:63, 2 Cor.3:6), perdónanos nu- estras deudas, así como también nosotros, perdo-namos a nuestros deudo-res (Mt.6:14-15), no nos dejes caer en tentación (Stg.1:13) y líbranos del mal; porque tuyo es el reino, el poder y la gloria (Is.42:8), desde siempre y para siempre (Neh.9:5 V.M.); en el nombre de tu ungido e hijo amado N. S. Iehoshúa Nazareno Hch. 2:22-24, 38, 10:34-43. Amén. Saludos.
¿QUÉ ES ADORAR A DIOS? Adorar a Dios es entregar toda nuestra vida como sacrificio para agradar a Dios. “Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.” (Romanos 12:1 NTV) ¿Qué implica esa entrega? - Vivir de una manera diferente al mundo permitiendo que Dios cambie nuestra manera de pensar. “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2 NTV) - Obedecer la Palabra de Dios voluntariamente. “La mente gobernada por la carne es enemiga de Dios, pues no se somete a la Ley de Dios ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” (Romanos 8:7-8 NVI)
Esta bien adorar en Espíritu pero como adoro en verdad. Y la adoración no se limita a un lugar, debo vivir en adoración, osea que mis conversaciones, lo que veo, lo que siento, lo que pienso, lo que escucho, incluso lo que me sirvo en alimentos debe adorar a Dios, pensemos que si solo adoro en un lugar determinado, pero no vivo una vida que le agrada a Dios de que me sirve esa adoración en un lugar, seré solamente como un tarro que resuena . Preguntemos a Dios cual es la verdadera adoración que el quiere y también como nos dice en su palabra..
Perdón Pero la pregunta es. Q. Se le. Adore en espíritu y. En verdad Espíritu y no en. Labios. Carné. Y. Verdad. Es. Palabra y cristo dijo. Llo soy. El pan. Q. Descendió del cielo el es. La. Verdad y Llo. Cómo espíritu. Le. Devo d. Adorar con mi espíritu. Y. Con mis. Labios. No Por k de. Labios me honras. Pero tú corazón. Está. Lejos. D. Mi😢😢
Juan 4:24. La verdadera adoración. La adoración verdadera, la que Dios recibe y busca que le rindan se basa en dos aspectos o pilares fundamentales. Los dos siempre van unidos, no se pueden separar. Si se separan, no es la adoración que el Señor ha establecido como agradable. Dicho de otra manera, si la adoración no cumple estos dos requisitos, Dios no recibe ello. Vale la pena definir, antes de analizar estos dos elementos fundamentales, el concepto de adoración. La adoración es una vida rendida a Dios, mientras que la alabanza es la exaltación de sus atributos, hechos y quién es él. Las dos están íntimamente ligadas. Esto en cuanto al canto, puesto que está relacionado también con nuestras vidas. Mateo 4:10 dice: al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él servirás. Así que, todo lo que hagamos (nuestra forma de vivir: hechos, pensamientos, forma de hablar, intenciones, motivaciones, sentimientos, fuerzas propósitos, dones y todo lo que esté en nosotros, debe exaltar y glorificar al Dios Todopoderoso. El término adorar significa postrarse, tiene que ver con humillarse, (perder todo derecho) ante el Señor, cederle o darle el control total de nuestra existencia. Eso es adorar. Podríamos concluir que la adoración verdadera tiene que ver con amar a Dios con todo nuestro ser. Ese amor, esa adoración, debe ser en Espíritu y en verdad. Esto tiene que ver con algunas cosas. Cuando el Señor habla de verdaderos adoradores, implica que hay falsos. Y eso es muy importante por el contexto de Juan 4:24. Él está hablando con una persona (en este caso, una mujer) que decía adorar, pero tenía una vida desordenada. Además, adoraba un ídolo, un dios que los samaritanos adoraban, pero que no era el Dios verdadero. De allí su desorden de vida, ya que, si alguien ha tenido un encuentro verdadero con y adora al verdadero Dios, su vida jamás será igual. He aquí cuando conoció al verdadero Dios, dejó su torcida manera de vivir. Era religiosa, pero no verdadera adoradora. Eso sigue sucediendo hoy, lamentablemente. Volviendo a los requisitos de la verdadera adoración, tenemos lo siguiente: 1. Debe ser de acuerdo a lo que el Espíritu Santo ha establecido, y eso está en su palabra. Por esa razón, dice en verdad. En la verdad de su palabra. Esto nos enseña que cualquiera cosa que hagamos - o cantemos- debe ser guiado y basado por la palabra de Dios en su significado e interpretación según ella misma, ya que sabemos que, si le damos un sentido diferente, entonces no adoraremos al verdadero Dios, sino a un ídolo sacado de la imaginación torcida del hombre. No basta la sinceridad humana. La mujer samaritana era sincera, pero estaba sinceramente equivocada. 2. La adoración en Espíritu y verdad (en la liturgia) debe ser un encuentro entre el Espíritu de Dios y nuestro espíritu donde el Espíritu de Dios y su palabra tomen control de todo nuestro ser y ellos (el Espíritu y la palabra) hagan su obra, tomen control de nuestra vida. De ese encuentro, debemos salir transformados, según la imagen del Señor Jesucristo. En ese encuentro, si es verdadero, se recibirá lo que el alma del hombre de Dios necesite: poder contra el pecado, santidad, poder para evangelizar, sanidad del alma, sanidad de las dolencias, perdón, fortaleza, liberación, consuelo, consagración, y cada cosa que el hombre necesite. 3. La adoración es en espíritu y verdad implica sinceridad y entrega; no hay reserva en tal adoración. Todo nuestro ser se rinde voluntariamente y en amor por quien es el Ser que adoramos. Nuestros sentimientos, planes, propósitos, sueños, anhelos, deseos, nuestra voluntad y cada parte de nuestro ser se rinden para que Dios haga según su voluntad. En otras palabras, en el momento en que elevamos nuestros cantos basados en su palabra, pues él lo ha establecido de esa manera, debemos ser como la cera delante del sol. Debemos derretirnos, humillarnos, postrarnos, rendirnos para que el Señor se glorifique en nosotros. Debe ser así, pues de otra manera, se cumplirá en nosotros lo descrito por el profeta: este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí. Si nuestra adoración es en Espíritu y verdad, no habrá lugar para ser orgullosos, soberbios, altivos y vanidosos, pues el Espíritu Santo nos quebranta con su poder y su palabra. Cada vez que entonamos las alabanzas de Jehová (el que lee, entienda) debe ser con el único propósito de que ese encuentro con él nos haga conforme a su corazón 4. La adoración en Espíritu y verdad no se centra en el hombre, sino en Dios. La adoración guiada por el Espíritu de Dios siempre glorificará al Padre y al Hijo y no al hombre (Apocalipsis caps. 4-5). Nunca dejará de exaltarlos, nunca dejará de mencionar a aquellos a quienes se dirige la canción (examine los salmos en este sentido -y esto tiene su razón) Por otro lado, nunca se centrará en el hombre, pues es cuando le alabamos a él que somos bendecidos. Dios nos creó para su alabanza, y es cuando le alabamos que somos bendecidos. 5. La adoración en Espíritu y verdad es aquella donde la verdad de Dios es exaltada. La herramienta del Espíritu es su propia palabra. Así pues, no pretendamos que el Señor se glorifique, muestre su poder y actúe en su pueblo si la palabra no es cantada. Si él actúa por medio de su palabra, entonces actuará siempre y cuando sea su palabra la que se cante. Lamentablemente hoy esa palabra no es estudiada, no es escudriñada, es ignorada y no es cantada. Aun así, pretenden que Dios actúe en su pueblo. Todos los avivamientos de la historia en el pueblo de Dios han sucedido cuando la palabra es exaltada por medio de la predicación y cantos basados en su palabra. Si no, pregunte a Esdras, a Josías, Ezequías y lea la historia de la iglesia primitiva. El Espíritu Santo produjo vida cuando Dios habló. Eso no ha dejado de ser. Él BUSCA TALES ADORADORES ¿SERÁS UNO DE ELLOS? ¿Por qué los tiene que buscar si a él pertenece la gloria, la honra, el honor, la sabiduría y todo cuanto existe? Démonos en adoración para aquel que nos creó para alabanza de la gloria de su gracia en Cristo Jesús.
Mt.23:8-10 Ni seais Rabí, llamados maestros; por-que uno es vuestro maes-tro, el Cristo. Debemos ser discípulos de Jesus el Cristo Mt.16:16-17 (IEHO-SHÚA el ungido); no de humanos 👨🏫, Jn.8:31-36... para ser verdaderamente libres, Jn.17:17 Santos, santificados en la verdad. Aspirar a la vida eterna 17:3 Y esta es la vida eter-na: Que te conozcan a ti (IEHOUÁ Ex.3:14-15), el único Dios verdadero (y eterno ) y a Jesuscristo (IEHOSHÚA de Nazaret el ungido Hch.10:38, 24:1-5, 22), a quien (tú Dios) has enviado. Se sugiere leer todo el Capítulo 17 de Juan. Y Rom.8:1-39. Ser guiados por el Espíritu S. de Dios (IEHOUÁ) Rom.8: 14, ser hijos de Dios. Jn.1: 12-13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (IEHOUÁ). 1Jn.1:3 y nuestra comunión (Hch. 24:5) verdaderamente es con el Padre (IEHOUÁ), Y con su hijo Jesus el Cristo (IEHOSHÚA el ungido). 1Jn.2:13-25...1Cor. 8:5-6 para nosotros (Pablo y todos sus seguidores, Yo, tú), sin embargo, solo hay un Dios, el Padre (Iehouá), del cual proceden todas las cosas, y nosotros so-mos para El; y un señor, Jesuscristo (IEHOSHÚA el ungido), por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de El. Amén. Saludos desde Cd. de México.
EL SACRIFICIO YA LO HIZO CRISTO EN LA CRUZ. EL NO QUIERE SACRIFICIOS. SI NO HAY AMOR Y SANTIDAD DE ME TE Y CUERPO? NO EXISTE EL RESTO NI YENDO A BAILAR A GUAYMAS SE SALVAN
