En País ADN conversamos con Bernardita Fuentes, educadora de párvulos, Académica de la escuela de educación de la U. Andes.
La crisis sanitaria por COVID de los años 2020 y 2021 tuvo grandes efectos en el nivel preescolar, deteriorando tanto la capacidad de atención como la calidad de esta misma. Hoy, el problema aún se resiente de manera importante en los jardines infantiles particulares privados.
Esto, ya que producto fe los confinamientos los hijos e hijas no pudieron asistir a las salas cuna afectando el financiamiento de estos (arriendo, sueldos, costos fijos, pero sin matrículas), viendo varias quiebras en el sector, como es el ejemplo de los jardines Vitamina.
Respecto de los jardines infantiles JUNJI, no tenemos datos precisos lo que es un desafío para la gestión del nivel, ya que sabemos que muchas listas de esperas están hasta triplicadas (vale decir, hay niños/as que están en espera en hasta tres jardines infantiles) por lo que la demanda es una incógnita lo que perjudica comprender cuál es la real necesidad de cobertura.
Esto se agudiza en sectores más rurales. Aunque desde la oferta tenemos algunos datos: la Subsecretaría de Educación Parvularia, muestra que los niveles de sala cuna en el subnivel (edad) menor y mayor presentan una cobertura de 9% y 25% respectivamente . Mientras, la Región Metropolitana (44%) y Antofagasta (42%), son las regiones del país con menor cobertura.
Producto de este déficit , es que últimamente se ha visto algunas guarderías que estarían operando de forma ilegal dejando en total desprotección a los menores y mantienen muchos riesgos.
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27 сен 2024
