El agua de la superficie de la Tierra hace que nuestro planeta sea único en el Sistema Solar proporcionando las condiciones necesarias para la existencia y el desarrollo de la vida.
El agua de la Tierra se encuentra en estados líquido, sólido y gaseoso. El paso de forma incesante por estos tres estados hace que el agua esté continuamente en movimiento: el llamado ciclo del agua. También permite su paso constante entre los océanos y los continentes, con consecuencias a nivel global.
El agua de los mares y océanos, agua salada, constituye la mayor parte del agua total de la superficie terrestre. Solo el 3’5% del agua de la Tierra es agua dulce, y de ella el 68% está en forma de hielo. El resto es el agua de los continentes: las aguas de escorrentía y las aguas subterráneas.
Cuando el agua se evapora y asciende en la atmósfera, se condensa formando nubes. Cuando las gotitas de agua de las nubes aumentan de tamaño caen y, dependiendo de la temperatura, llegan como lluvia, nieve y, en ocasiones, granizo.
Cuando el vapor de agua de la atmósfera se condensa sobre cualquier superficie, como la vegetación, forma el rocío; si la temperatura es inferior a cero grados, el vapor de agua del aire se hiela en contacto con la vegetación y se forma la escarcha.
Cuando la nieve se acumula y se comprime forma neviza y cuando ésta se compacta y recristaliza, se transforma en hielo, que puede formar glaciares.
El agua de los continentes, procedente de la lluvia o del deshielo, forma arroyos, riachuelos y finalmente ríos más caudalosos que desembocan en el mar.
Las plantas también intervienen en el ciclo del agua en el proceso de evapotranspiración: toman del suelo por las raíces y la emiten por las hojas.
La humanidad construye embalses para acumular el agua de la lluvia y del deshielo. En las presas se instalan sistemas de turbinas para aprovechar la fuerza de caída del agua para producir electricidad.
Durante la fotosíntesis, la luz rompe la molécula de agua y el oxígeno es emitido a la atmósfera.
El agua dulce es un recurso limitado por lo que debe hacerse un consumo y una gestión responsable y sostenible, depurar las aguas residuales y hacer una correcta gestión de los residuos, para no contaminar los ríos, mares y océanos, y potenciar el empleo del agua regenerada.
24 мар 2019