El panteón real de San Isidoro de León fue concluido por la infanta Urraca de Zamora a finales del siglo XI, para albergar las tumbas de los monarcas leoneses, comenzando por los padres de doña Urraca.
Pero a través de su decoración, la infanta Urraca hizo una crítica velada al cambio de liturgia que había impuesto su hermano Alfonso VI, quien dejó la hispana para imponer la liturgia romana. Para ello, doña Urraca hizo que sus artistas explicaran el valor de la Eucaristía en la forma hispana y las consecuencias, cara al Juicio Final, de una liturgia incorrecta. Y para hablar de ese Juicio Final, tiró del Apocalipsis, el libro bíblico más estudiado por los clérigos hispanos de la Alta Edad Media.
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/ @albertogarin
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8 сен 2024
