Un gran señor, muy educado. Estuve en dos azados en las fincas de Piedecuesta llevaba su parrilla y el chimichurri en su auto, espectacular íntimo amigo de Roberto Pablo Janiot, QEPD.
Esos eran verdaderos cracks, no figuritas por el estilo de jamesito, mirándose a toda hora en la pantalla a ver si tiene las cejas bonitas. Para mi el fútbol colombiano se acabó hace 30 años. Después de Cesar Cueto, el poeta de la zurda, ni colombiano ni extranjero bueno piso las canchas colombianas