En la costa noreste de Tenerife, en un entorno sin urbanizar que ha permanecido relativamente bien conservado desde los años 70, se alza una imponente estructura de cemento que nunca llegó a completarse. Este edificio inacabado, de 22 plantas, se encuentra en la costa de Añaza y Acorán. Su construcción comenzó en 1973 por parte de una empresa alemana con la ambiciosa idea de crear un hotel de 741 habitaciones. Sin embargo, tras dos años de trabajo, los promotores desaparecieron misteriosamente, dejando la obra en suspenso.
Este coloso de hormigón, conocido como el "mamotreto de Añaza", se ha convertido en un símbolo de la zona. Desde la distancia, su forma en "Y" se recorta contra el océano, pero al acercarse, se revela como una estructura inacabada y desolada. Aunque en su momento se proyectó como un complejo turístico con vistas privilegiadas al Atlántico, hoy es un recordatorio de los desafíos y las decisiones que marcaron la historia de Tenerife.
Las entidades responsables de este enigmático edificio son la Teneriffa Ferienanlagen Gesellschaft Mit Berchränkter Haftung, representada por Hermann Kerl, la Comunidad de Bienes Santa María, y la entidad mercantil Promociones y Servicios Los Guios (Proguisa). A lo largo de las décadas, el mamotreto ha sido objeto de debate y controversia, y las autoridades locales han buscado formas de abordar su presencia en el paisaje costero. A pesar de los esfuerzos, borrar esta mole de la historia tinerfeña sigue siendo un desafío monumen
29 мар 2024