Cuando cambiamos nuestra mente Dios comienza a transformar nuestro corazón, no es por mi disciplina o por mi fortaleza, sino que al reconocer nuestra condición y culpabilidad frente al Señor comienza en nuestro corazón un proceso de sanidad donde y de nuestro corazón saldrá con cada ofensa abundancia de perdón en lugar de palabras que denotan amargura. Dejemos lo malo de nuestro corazón para que podamos entrar en el REPOSO.
18 сен 2024