EL MILLONARIO QUEDÓ PARALIZADO AL OÍR LA MÚSICA QUE SU AMADA TOCABA ANTES DE DESAPARECER...
Santiago Salinas, a sus 55 años, tenía todo lo que cualquier persona podría desear: éxito, dinero, poder y respeto. Era dueño de una de las empresas más grandes de México y se codeaba con los más altos círculos sociales. Sin embargo, había algo que nadie sabía: a pesar de su fachada de empresario invencible, Santiago llevaba décadas viviendo con un vacío en su corazón, un vacío que ni todo el dinero del mundo había podido llenar.
Veinticinco años atrás, Santiago había estado a punto de casarse con Renata, una talentosa pianista de la que había estado profundamente enamorado. Su vida era perfecta junto a ella, hasta que una noche, después de uno de sus conciertos más importantes, Renata desapareció sin dejar rastro. Nadie supo qué le había pasado, y Santiago dedicó años buscando respuestas, sin obtener ninguna. Con el tiempo, el dolor se convirtió en parte de él, y decidió enterrarlo bajo una capa de trabajo y éxito, convenciéndose de que esa era la única manera de seguir adelante.
Desde la desaparición de Renata, Santiago evitaba cualquier cosa que pudiera recordarle a ella. No asistía a conciertos, no escuchaba música clásica y, sobre todo, no hablaba de su pasado. Para él, era como si Renata hubiera sido un sueño del cual había despertado demasiado bruscamente.
17 окт 2024