No imagino otro cante más rural que el fandango bien templao. Eterno y universal como el campo abierto. Pura ucronía que Paco revela sin marchamo. Fandangos sin tiempo, de amor doliente en cante tan bello y tan hermosa voz que clama y conmueve hasta despertar cuanto esconden las pareés. La piel toda encendida y el vello a punto de arder… como escarpias candentes. ¡Cante estremecedor donde los haya! Tradición, dicen, traición conlleva. Como la vida misma, siempre en los bordes, en el mismo filo del abismo. ¿Recuerdas? «muchas veces tomé la pluma [...] y muchas la dejé, por no saber lo que escribiría...» (Cervantes).
el ultimo fandago me lo cantaba muhcas veces el cabrero despacito y a compas lo mismo alterminar de cenar en su casa o cuando ibamos juntos de recogida este chico quiere hacer algo parecido como hacia caracol en los 60 o jose en la actualidad veremos como le sale loa rtistas ya estan necesitan su propio estilo este chico no lo tiene