Voy a compartir contigo el perdón más profundo de todos: el mejor perdón es descubrir que no hay nada ni a nadie que perdonar. Eso es lo más liberador, y podemos ponerlo en práctica de inmediato. A menudo pensamos que hay personas que nos han hecho daño y otras que no. Sin embargo, incluso aquellos que no nos han hecho daño, eventualmente lo harán, simplemente porque no son perfectos.
Si una persona no está iluminada, por definición es imperfecta, y tarde o temprano hará algo que te genere malestar. Incluso las personas que más te quieren inevitablemente te causarán algún daño, ya que nadie está libre de errores. De la misma forma, con las mejores intenciones, también tú, sin quererlo, causarás daño a otros. Esta es la realidad de las relaciones humanas.
Por eso, podemos aprender a perdonar a todos de antemano, comprendiendo que viven bajo la influencia del miedo, de emociones negativas, del ego y de patrones de comportamiento. Así como a veces tú mismo no actúas de acuerdo con lo que desearías y te traicionas, los demás tampoco están exentos de fallar. Si muchas veces se hacen daño a sí mismos, ¿cómo no esperar que también te causen daño a ti?
8 окт 2024