Nadie podría haber adivinado el legado que este refugiado polaco construiría y como dejaría atrás todas las dificultades que tenía en su vida, siguió sus sueños y su pasión lo convirtió en uno de los mejores fabricantes de relojes del mundo, Anthony Norbert Depatec nació en Pyatsky en Polonia en el año 1812, creció en tiempos de guerra, a los 16 años se alistó en la caballería polaca y más tarde luchó en la guerra polaco-rusa, hacia el final de la guerra recibió la virtud Militar, la más alta condecoración militar y la obtuvo gracias a sus actos de heroísmo, pero más tarde en ese año el levantamiento polaco fue aplastado y Anthony junto con sus compañeros soldados se vieron obligados a trasladarse a Europa occidental.
Al principio se instaló en Francia, pero tras un decreto desfavorable del gobierno francés, tuvo que mudarse de nuevo, esta vez se instaló en Ginebra Suiza y Anthony quedó fascinado por el patrimonio relojero de Ginebra y como refugiado, buscó la compañía de otros inmigrantes. No tardó mucho en conocer a Francoise Sapec, un relojero polaco de ascendencia checa, intercambiaron sus visiones y sueños relojeros y el primero de mayo de 1839, Patek Shepek NC se formó, poco sabía Anthony que esto marcaría el comienzo de un legado duradero, pero uno que no incluiría a François.
Mientras su empresa tenía éxito la creciente discordia entre Anthony y François les hizo separarse y ahora Anthony se puso de nuevo a buscar un nuevo socio y mientras visitaba la exposición industrial francesa de 1844, parecía que por fin había encontrado a esa persona especial, ya que Anthony conoció el talentoso relojero francés Jean-Adrian Philippe, Jean nació en 1815 en la Bazochoye Francia y como hijo de un relojero, el oficio le venía de familia, a los 18 años abandonó su ciudad natal para perfeccionar sus habilidades relojeras y en su búsqueda de la perfección viajó a Londres, donde trabajó para un famoso relojero de renombre durante tres años.
Luego regreso a Francia, donde eligió Versalles como su domicilio, pero desgraciadamente los negocios le decepcionaron, sin embargo no se dio por vencido por sus sueños y se instaló en París, rebosaba de ideas y tenía un don para manipular objetos, cabe destacar que inventó un mecanismo que permitía dar cuerda a los relojes de bolsillo, sin necesidad de una llave separada, fue un momento de gran avance y al exhibir este invento patentado en la exposición industrial de París, su vida cambió para siempre y no sólo se le concedió una medalla de oro, sino que también llamó la atención de Anthony.
Un año después de su encuentro, Anthony terminó su asociación con François y Jean se unió al equipo como director técnico, junto con un tercer socio, Vincent Costkowski donde establecieron una nueva empresa con el nombre de Patek and Key y en 1851 la rebautizaron como Patek Philippe NC, mientras Anthony se dedicaba a la a la búsqueda de un estilo de comercialización innovador, Jean era responsable de los procesos de producción, fabricación y desarrollo de los relojes
17 сен 2024
