El pueblo recién liberado era invitado a celebrar, entre otras, la fiesta de las Primicias o de los Primeros frutos. Con esto el pueblo confesaba, simbólicamente, que Todo era de Dios y Dios era el dador de todo y, también se incluía un componente de justicia social: dar comida a aquellos que, en virtud de su ocupación, no les había tocado tierra, su tierra era le servicio en el culto.
Es cierto que los primeros cristianos leen su experiencia de fe desde esta fiesta, se consideran primicia de Dios. No obstante, su horizonte de significado cumplido no se agota ahí. Porque donde esté tu corazón, ahí estará estará tu tesoro.
14 окт 2024