El pasaje de hoy es uno de los salmos que cantaban los judíos mientras viajaban a Jerusalén para celebrar las fiestas del Señor. Aunque había muchos peligros en el camino, entendían que la ayuda no vendría de nadie más que del Señor.
¿Se pregunta usted qué peligros le acechan en el futuro? Solo Dios sabe lo que encontraremos, y nos asegura que, como Él es nuestro Guardador, no tenemos nada que temer. El Señor nunca duerme y siempre está atento a nuestros clamores de ayuda, incluso cuando no podamos sentir su presencia.
Nuestro amoroso Padre celestial nos cuida físicamente mientras guía y guarda nuestro camino, pero su prioridad es siempre nuestro bienestar espiritual. Él vela nuestros pasos y nos proporciona todo lo que necesitamos para no pecar. El Espíritu Santo de Dios nos dirige y capacita, y su Palabra ilumina nuestro camino para que no resbalemos. Es más, Él ha proporcionado un medio de escape para cada tentación, para que podamos soportarla y permanecer fieles (1 Co 10.13).
23 сен 2024