La Pampa de la Luna, Quillabamba, nos dice que el sur, tras muchos meses duros, ha declinado al romanticismo, y el sábado pasado dejó todo otro quehacer para agolparse al Teatro Municipal de esta ciudad y caer de bruces al torrente de clásicos del corazón en las voces de Fabiola Ramos, Carlos Burga, Jairo Tafur, nada menos que los tres ganadores del Yo Soy, confirmando la inmortalidad de las canciones de José José, Alejandra Guzmán y Django.
Si ya estaban activos tras la Noche del Café, muchos convencianos , no solo de Quillabamba sino de muchos lugares distantes, con su presencia renovaron el porqué del Teatro Municipal apareciendo un público activo pero ordenado, de una espontaneidad, que asombró a los artistas, que se limitaban a abrir los brazos ante las gargantas dadas a corear las canciones más extremas del corazón.
El pistoletazo de salida la dio el periodista Ebert Solís, anunciando a la intérprete de casa, …. convertida en Alejandra Guzmán. Completamente ataviada de negro, y luciendo una espectacular figura, sacudió el teatro con las “eternamente bellas” de la mexicana.
La acústica del teatro contribuyó con que desde la planta baja a las galerías el sonido envuelva de romanticismo y rebeldía su presentación. Pero todas las capas de acero de la artista cayeron al contemplar el lleno de coterráneos sacudiendo y exultantes de alegría. Entonces cayó en lágrimas aplaudidas con un publico cariñoso.
Pero si los latidos ya estaban acelerados, solo era el comienzo. La presentación de Django fue el desborde. Mezcla de talento, intención y humildad, no se limitó a entonar a la perfección las clásicas lacrimógenas , su interacción con el público fue magnética, fuera de insinuante, antecediendo el “cuando quieras donde quieras”, cuando las parejas empezaron a tomarse de las manos.
No paró de encantar y hacer reír con bromas de doble y hasta triple sentido que el público batía a carcajadas
Vestido de traje azul, Dyango, recordó sentirse en casa, por ser de Iquitos, y por ende, acostumbrado al calor, conociendo todos los trucos para empatizar con un pícaro sediento de emociones fuertes.
Momentos desopilantes abundaron, como cuando, en su interpretación de “Por ese hombre” Dyango interactuando con el mismo en el mismo acto hacía a la vez de Pimpinela.
El público, exultante de alegría, aplaudió mientras Dyango se burlaba de sí mismo diciendo que tras interpretar a dos y hasta tres personas en un solo acto “ya no sé ni quien soy”.
El remate fue con José José, quien para llegar debió volar el mismo día desde Puno a Lima, conectar con Cusco y bajar a Quillabamba.
Con traje gris, al estilo José José, desbordó al rociar las inmortales, “Gavilán o Paloma” “Volcán” “Lo que no fue, no será” … “Vamos a darnos tiempo” … “Si me dejas ahora” entre otras de alto voltaje para los corazones no solo otoñales sino de muchos jóvenes que , contra todo pronóstico, coreaban incesantemente los temas del "príncipe de la canción".
La conclusión fue, la noche un éxito absoluto, y para el organizador y manager, Marco Olivera, esto prueba que Quillabamba, sigue siendo una gran plaza para artistas de calidad, con un público que responde y encanta con su espontaneidad, gritos y capacidad para siempre estar lista para divertirse.
PRODUCIDO PARA "MASTER VISION" DE MARCO OLIVERA
Texto, José Calderón
Imágenes de Yurisán Franco
26 авг 2024
