Su sencillez y humildad ,no le permiten ver qué al lado de la sociedad de hoy el es millonario en sabiduría,respeto ,respeto por la naturaleza,conocimiento y sobre todo un gran ser lleno de valores,honor integridad y sobrado de cultura del trabajo cultura que hoy se está perdiendo.mis respeto y saludos ya que tuve en mi juventud realizando este oficio haya en el sur de chile.
Gracias esta gente el sur y la patagonia salio adelante,quienes critiquen el uso del árbol con este fin ,no conocen el frio de los inviernos de estos parajes,sólo son pajaritos criados entre algodones
muy lindo documental . es una pena que se pierdan oficios como el que mostraron .este tipo de trabajo se debería obrar muy bien como todo los trabajos o oficios artesanales .sería de suma importancia que se enseñe el arte del oficio .hoy muy pocas personas tienen un oficio. yo por trabajar en fábricas de operario de producción donde siempre es la misma rutina y no se aprende nada .ojala en algún momento se den cuenta .El trabajo de la madera es muy importante y no perjudicaría si se hacen las cosas bien con programas de forestacion y cuidados del medio ambiente como corresponde .
Mis respetos a don Carlos Aguila por su sacrificado pero a la vez hermoso trabajo. El esmero con que hace cada tejuela tiene un valor inconmensurable. A la vez él se ha preocupado de no dañar el medio ambiente utilizando solo lo necesario para poder vivir de su oficio. Gracias a los realizadores por mostrar vivencias de compatriotas que dan vida al Alma Chilena. Bella música . Agradecería saber el título de las 2 canciones que aparecen al final del documental, sobre todo la de los créditos.
GRACIAS POR COMPARTIR CON NOSOTROS SU TIEMPO Y SABER, AMIGOS ALGUIEN ME PUEDE DECIR, CÓMO SE LLAMA LA CANCIÓN DEL INICIÓ??? FELICITACIONES POR EL PROGRAMA, UNO APRENDE SU VERDADERA REALIDAD, COMO DICE EL SEÑOR, "NO ES SÓLO CUÁNTOS", MUCHÍSIMAS BENDICIONES PARA TODOS USTEDES Y TODO!!!
Cuanto mas rapido desaparezcan los tejueleros será mejor para el bosque. No se puede convalidar la tala de tremendo arbol añoso, para solo mostrar que el oficio de tejuelero se esta muriendo.
Los tejueleros, así como los grandes madereros han causado la casi extinción del lahuén, verdadero nombre del que llamamos "alerce", del raulí, mañío y muchas otras especies de nuestro bosque nativo. Es penoso ir, por ejemplo, a la costa de Fresia y ver que llegó esa plaga del eucaliptus por allí también, que transformó la Cordillera de Nahuelbuta en un lugar horrible. Las vertientes han desaparecido, animales, aves e insectos también, y los parceleros, que ayudaron a las empresas forestales a causar el desastre, sin tener en cuenta que causarían su propia desgracia, han ido abandonando sus tierras y engrosando las poblaciones marginales. Ahora deambulan buscando peguitas miserables, a merced de contratistas forestales abusadores. No supieron cuidar lo que tenían. Hablo de lo que conozco a fondo. No me gusta ver morir un hermoso árbol chileno de manera tan indigna.
