Las personas que no tienen un hogar suelen ser invisibles. Para las mujeres esta realidad es especialmente dura, porque nos expone a situaciones de extrema vulnerabilidad.
Catalina, con la pandemia, pasó de llevar su propio negocio a vivir en la calle. Cuando llegó al proyecto Santo Hermano Pedro de Tenerife de Cáritas su primera impresión fue: “tengo una casa”.
Porque Ellas Somos Nosotras y Nosotras Somos Ellas.
#EllasSomosNosotras
1 окт 2024