A las mujeres de todas partes que han sido mentoras, sanadoras y protectoras, que han estado presentes y mucho más: gracias. Quizá nunca lleguen a comprender cuánto han influido para bien en el mundo. Ustedes son simplemente inspiradoras.
me hacen llorar¡, vale la pena dar nuestro tiempo , mente y fuerza a la crianza de los hijos , aun cuando este cueste la vida misma, tengo 9 hijos y nada es mas importante que ayudarles a venir y ver. cada día me sumerjo en la escrituras , la oración para suplicar la guía que necesito día a día, de un momento a otro más de la mitad ya son jóvenes, siempre me vi llena de pequeños, ahora crecen y más que nunca necesitan del cuidado de los padres, es muy fácil perder esta prioridad, pero la compañía constante del Espíritu Santo me ayuda a permanecer en esta senda, muy dura a veces, muy agotadora, pero sin duda es por la cual se que vine a esta tierra, y agradezco a Dios que me da fuerzas para seguir adelante. ninguna madre debe dejar pasar 1 día sin estar alerta a los susurros del Espíritu, eso podría cambairlo todo.
Me ha gustado muchísimo tú historia. Porque me identifico con ella. Madres que no valoramos en nuestra adolescencia, pero q con el pasar del tiempo y madurez, nos damos cuenta de lo que teníamos y no supimos valorar en aquellos tiempos. Pero que al ser adultos de cierta edad, comprendemos a la perfección, quién fué nuestra madres en nuestras vidas y todo lo que dió e hizo por nosotros sus hijos. Dios me dió un Tesoro y es ahora cuando me doy cuenta del tremendo regalo de Dios para conmigo y mis hermanos. Mi madre, tú madre y las de ustedes hermanos, tiene que ser valorada y amada eternamente. Alabado sea Dios Santísimo que nos da todo su amor a través de esas madrecitas hermosas.
Las madres son maravillosas, recuerdo la mia trabajando sin descanso hacia tantas cosas que mi admiración era tan grande y me pregunte muchas veces ¿ cuando duerme ?