A lo largo de esta serie, hemos visto cómo el profeta Elías, un hombre de gran fe, también experimentó emociones intensas como el miedo, la desesperación y la soledad. Estas experiencias nos recuerdan que nuestras emociones no nos alejan de Dios, sino que son una parte integral de nuestra humanidad que Él comprende y con las que trabaja.
20 сен 2024