El mandato del Señor a Sus discípulos de amarse unos a otros, y el modo dramático y poderoso en que enseñó este principio en la Última Cena, es uno de los episodios más conmovedores y hermosos de los últimos días de Su vida mortal.
La forma en que nos relacionamos con los demás y los tratamos es una medida de nuestra disposición de seguir a Jesucristo. #GraciasaÉl”
4 окт 2024