Desde hace muchos años, diversas comunidades locales vienen trabajando en la búsqueda de alternativas de buen vivir y acciones de defensa del territorio frente a la imposición de megaproyectos minero-energéticos y la expansión de monocultivos y agroindustrias, que en su conjunto amenazan la identidad y los medios de sustento de la cultura campesina y de pescadores artesanales.
La propuesta que ha tenido mayor éxito en las comunidades rurales, tanto nacionales como internacionales, ha sido la agroecología; no sólo como unas prácticas de producir alimentos sin agroquímicos, sino como una forma de vida sustentable, como es el caso de las experiencias adelantadas por la Asociación de Pescadores y Productores del Bajo Sinú - Asprocig en Córdoba, el Colectivo de Reservas Campesinas y Comunitarias de Santander y la Asociación de Productores Agroecológicos de García Rovira - Agrovida.
No obstante, estas propuestas de soberanía alimentaria han venido complementándose con iniciativas de energía alternativas, procesamiento de alimentos y de mercados locales con la implementación de tecnologías apropiadas como paneles solares, bombeo solar, estufas eficientes de leña, biodigestores, deshidratadores solares, entre otros, que logran otorgar mejores condiciones de vida para las familias y que a su vez constituyen una propuesta alternativa de abastecimiento energético: eficiente, de bajo costo y con base en los recursos y conocimientos locales.
Es por esta razón que Censat Agua Viva y Fundaexpresión, quienes han acompañado estos y otros procesos como el Movimiento Ríos Vivos, proponen un proceso de intercambio de experiencias entre estas organizaciones comunitarias para avanzar en la discusión y el consenso de acciones en torno a un mandato de soberanía energética e hídrica que complementa la propuesta de los sistemas de producción agroecológica. Mayor información: fundaexpresion@gmail.com
31 авг 2014