Entrevista a Jordi Frades, Irene Escolar y Rodolfo Sancho (La Corona Partida) 

Pues agreguemos a la madre. Isabel, en codicilo a su testamento, dejó escrito y firmó, que "si su hija Juana no quisiera o pudiera gobernar", lo hiciera su padre, Fernando. Porque Isabel, mujer de alta inteligencia (todos los contemporáneos así lo consideraban; incluso lo mejores diplomáticos de la época, los venecianos) y que además había tenido a una madre demente de manual, se dió cuenta que su hija, a la que amaba como sólo puede hacerlo una madre, no estaba en sus cabales. Poco antes de ir a casarse con Felipe, hubo una terrible discusión de Juana con su madre, que se dió cuenta que era una incapaz. José Antonio Vallejo Nájera, catedrático de Psiquiatría, en su libro "Locos Egregios", escribe que el diagnóstico de Juana era la de una esquizofrénica, antiguamente llamada "demencia juvenil" porque aparecía en edad temprana. Al fin y al cabo es una película. Y cine e historia es tan antitético como un león y una gacela. Los disparates históricos y el cine son casi una norma. Si uno ve Braveheart y lee la historia real, se da cuenta que los disparates de la película son como para sonrojarse. Pero como es cine,. se acepta sin espíritu crítico. Y Carlos supo desde el principio que su madre era una demente.