En los últimos meses hemos asistido a continuos vaivenes entre Sumar y Podemos que ya auguraban una ruptura que ha tenido fechas y momentos que han sido claves. El día que dijo adiós al Gobierno para ser candidato de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias cambió también el destino de Podemos, señalando a su sucesora. "Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno", decía el exvicepresidente. Ungida por el líder, Yolanda Díaz escalaba posiciones en el partido y en el Gobierno en detrimento de Ione Belarra e Irene Montero, más contestatarias con Pedro Sánchez y la parte socialista del Gobierno. Y sí, como quería Iglesias, Yolanda Díaz se perfiló como candidata pero no de Podemos. En Magariños Sumar se presentó sin Podemos. Sin Belarra, sin Montero, sin Echenique y sin Pablo Iglesias. Dos meses después, Podemos se hundió en las urnas, frente a las fuerzas que apoyaban a Díaz, que no concurrió a los comicios. Se preparaba para las generales. Arrastrando el fracaso electoral, Podemos se integró a regañadientes en la coalición. El gran sacrificio fue Montero, primero fuera de las listas y luego del Gobierno. En el Congreso se sintieron ninguneados. El veto, repetido ayer, fue la palanca para pasar al Grupo Mixto.
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20 авг 2024
