En mi iglesia hay una señora que es adicta al reverb. Cuando digo adicta, es que cada vez que le toca cantar siempre va a decirme que la innunde reverb. Por cierto a todas las canciones sin importar que esten en un tono mayor o menor siempre le busca la manera de hacerle una voz (segunda) de septima dominante (estilo jazz) jajaja.