Es algo así como aquello diametralmente opuesto a lo que haría un médico; arrodillarse, disculparse o destilar amabilidad; cosa que sí ocurre en ese tipo de trabajos que se muestran, donde hay un buen trato hacia la persona. Una manera de hablar de la soberbia del médico, en una profesión donde precisamente lo que debería haber de trasfondo es una verdadera vocación por sanar a las personas, y no el prestigio, reputación o renombre de un título, ni el deseo de tener una buena posición social.
@@JalRucieroahora son igual, generalizando por supuesto. Faemino y Cansado son unos genios del absurdo y muy inteligentes, aquí supieron retratar genialmente lo que dices.