Dos de los muchos debates que quedaron planteados en la legislatura que terminó tienen que ver con la presión de Fecode para hundir la reforma educativa y con la participación de Asofondos en la elaboración de un artículo de la reforma pensional. No creo que sea motivo de escándalo que sectores económicos o sociales quieran intervenir en los procesos de reforma que los afectan. El debate que debemos abrir es cómo se hace para que esa participación sea transparente, de cara al país y tratando de generar espacios para que todos los afectados con los proyectos que cursan puedan manifestarse.
Columna escrita para El País de España en su edición América Colombia.
2 июл 2024