De una niñez ‘feliz’ en el campo, con acceso a ‘todo’ -tierras, cultivos y ganado-, en su natal Sevilla, del cantón Alausí (Chimborazo), Fernando Villavicencio pasó a una vida de carencias en Quito, adonde su familia migró a sus 13 años.
Mayor de seis hermanos, estudiaba en la noche y trabajaba en el día, “pelando pescado, conchas, de mesero o sillero”, recuerda este periodista, apasionado por la literatura y poesía desde la adolescencia. En esa etapa cree que se forjaron sus raíces izquierdistas al recibir una ‘enorme’ carga ideológica y política de los 17 libros que leyó sobre la historia de Simón Bolívar para participar en un intercolegial de oratoria. Quedó en segundo lugar.
Hoy, con el apoyo de los movimientos Gente Buena y Construye, Fernando Villavicencio aspira a llegar a Carondelet.
17 окт 2024