Sobre el cerro de La Muela, y cercana al ancho y caudaloso río Ebro, se constituyó un enclave estratégico que ha
pesar de los años sigue manteniendo una estructura urbana medieval que corona el castillo de los Velasco y la iglesia de San Vicente.
La grandeza de este municipio data de lejos. Ya en 1.202 el rey Alfonso VIII de Castilla le otorgó un espléndido fuero real e hizo de ella un importante centro comercial, viario y sobre todo defensivo. Dos siglos después la singularidad y grandeza de la que ya fuera centro neurálgico del Valle de Tobalina, se vio reforzada con la concesión del título de ciudad: el 12 de mayo 1435 Juan II concedió este honor a Frías, un título que nunca desaparecería, si bien ha pasado por no pocas vicisitudes a lo largo de la historia.
28 мар 2024