0:00 Saint-Émilion
1:35 Chateau Cantenac
2:34 Burdeos
Viaje en autocaravana rumbo a la Bretaña francesa, pasamos por la región de Aquitania. De ida estuvimos en Saint-Émilion, y de vuelta a España paramos en Burdeos.
Saint-Émilion es un pueblecito medieval con mucho que ver y disfrutar. En tiempos de los romanos (siglo II a. C) plantaron los primeros viñedos en lo que se convertiría con el tiempo en Saint-Émilion. En el siglo IV, el poeta latino Ausonio alabó el fruto de su vid. Cosas del destino, este año, 2019, cumple 20 años desde que fue declarado su paisaje de viñas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La que liaron los romanos sin saberlo.
La ciudad fue bautizada por el monje Émilion, un confesor viajero, que se estableció en una ermita excavada en la roca en el siglo VIII. Fueron los monjes que lo siguieron quienes comenzaron la producción comercial de vino en la zona, que hoy compramos como denominación vino de Burdeos.
Llama la atención la iglesia monolítica que está completamente excavada en la roca, de arquitectura rupestre y la más grande de este tipo en Europa.
Nos organizaron una visita a las bodegas de Chateau Cantenac, donde nos explicaron con todo lujo de detalles la evolución del viñedo mes a mes hasta que se vendimia la uva. Luego pasamos a la bodega y terminamos con una cata de tres de sus vinos, donde predominaba en proporción la uva merlot, que es la que se produce mayormente en esta zona.
Cuando regresamos de la Bretaña francesa paramos en Burdeos ¡QUE BONITA!. Burdeos es llamada «la perla de Aquitania». Se dice que Victor Hugo encontró la ciudad tan bonita que dijo: «Tome Versalles, añada Amberes y tendrá Burdeos», y no le faltaba razón, y eso que nos quedó mucho por ver.
En tiempos de los romanos fue capital de la Galia, cobijo del gobierno francés y capital de Francia durante la 1ª y 2ª Guerra Mundial, al estar París comprometida.
Como curiosidad decir que en el siglo XVI, se convirtió en centro para el intercambio de azúcar y de esclavos de las Antillas (esas cosas feas que se hacían antes).
Cogimos todos los transportes públicos, autobús, tranvía y hasta el barco por el Garona para movernos por Burdeos. Visitamos La Cité du Vin (ciudad del vino). En edificio con forma de decantador de vino de más de 3.000 m2, la idea del complejo es disfrutar de un viaje por el mundo enológico, a través de la historia y geografía de las regiones vinícolas mundiales. Nosotros no pudimos visitar las salas porque los horarios de los españoles son algo incompatibles con el de los franceses. A las 18 h. cierra, y llegamos cinco minutos antes de la hora, por lo que pasamos a la parte más lúdica, la cata. El edificio es una pasada y sus vistas impresionantes.
La cata se realiza en una terraza con vistas sobre Burdeos. Una copa de vino, amigos y bonitas vistas. Fántastico.
Aquí el viaje terminó, y lo despedimos en el camping cenando una tortilla de patata que nos supo a gloria.
Este viaje lo hemos hecho con Viajes Lost Planet, que organizan rutas en autocaravana. Su lema es "Nosotros nos ocupamos de todo .... Vosotros solo disfrutáis del viaje". Doy fé que esto es así, profesionales y buen ambiente. Repetiremos con ellos, seguro.
24 июл 2024
