Desde mediados del siglo pasado, se empezó a evidenciar un deterioro de los ecosistemas cuya causa principal era la tala y quema de bosques para el establecimiento de monocultivos.
Treinta años después, en la Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro, es cuando se establecen los primeros acuerdos para que las actividades humanas logren alcanzar un equilibrio con el medio ambiente.
Desde entonces, para el sector agropecuario se han planteado esquemas productivos que garanticen la conservación de los recursos a las generaciones futuras, como son los sistemas silvopastoriles.
El nombre de silvopastoril tiene su origen en la integración de los conceptos de silvicultura o cultivo de árboles, con el pastoril o cultivo de pastos.
El manejo rotacional de potreros es una de las técnicas más empleadas en los sistemas silvopastoriles que le permiten al productor asegurar alimento para el ganado durante todo el año y disminuir la dependencia de insumos externos.
Está demostrado que el principal factor que limita la adopción de los sistemas silvopastoriles es la falta de conocimiento.
Estos sistemas aunque son relativamente nuevos. En la región ya existen varios casos de productores e investigadores que los están utilizando para ganado bovino, ovino y caprino con excelentes resultados.
Otra de las ventajas de los sistemas silvopastoriles, son los incentivos que reciben los productores por los múltiples servicios ambientales que ofrecen a las comunidades locales, como por ejemplo la conservación de la biodiversidad, la regulación del microclima y la belleza paisajística.
Sin embargo, debido a que los efectos del cambio climático están más relacionados con variaciones del clima local que a nivel mundial, las técnicas y las especies que se utilicen en los sistemas silvopastoriles deben responder a la condiciones bioclimáticas de la región.
27 сен 2024
