Como a mi me gusta el campo si lo hallo todo muy a gusto me encanta si el campo todo de el no hay nada mejor gue vivir en el pude uno disfrutar de todo lo gue en el hay como trabajar en el campo es lo mejor .
1. Encima de las corrientes que en Babilonia hallaba, allí me senté llorando, allí la tierra regaba, 5. acordándome de ti, ¡Oh Sión!, a quien amaba. Era dulce tu memoria, y con ella más lloraba. Dejé los trajes de fiesta, 10. los de trabajo tomaba, y colgué en los verdes sauces la música que llevaba, poniéndola en esperanza de aquello que en ti esperaba. 15. Allí me hirió el amor, y el corazón me sacaba. Díjele que me matase, pues de tal suerte llagaba; yo me metía en su fuego, 20. sabiendo que me abrasaba, disculpando al avecica que en el fuego se acababa. Estábame en mí muriendo, y en ti sólo respiraba, 25. en mí por ti me moría, y por ti resucitaba, que la memoria de ti daba vida y la quitaba. Gozábanse los extraños 30. entre quien cautivo estaba; preguntábanme cantares de lo que en Sión cantaba: Canta de Sión un himno, veamos cómo sonaba. 35. Decid, ¿cómo en tierra ajena donde por Sión lloraba, cantaré yo la alegría que en Sión se me quedaba? Echaríala en olvido 40. si en la ajena me gozaba. Con mi paladar se junte la lengua con que hablaba, si de ti yo me olvidare, en la tierra do moraba. 45. ¡Sión, por los verdes ramos que Babilonia me daba, de mí se olvide mi diestra, que es lo que en ti más amaba, si de ti no me acordare, 50. en lo que más me gozaba, y si yo tuviere fiesta y sin ti la festejaba! ¡Oh hija de Babilonia, mísera y desventurada! 55. Bienaventurado era aquél en quien confiaba, que te ha de dar el castigo que de tu mano llevaba, y juntará sus pequeños, 60. y a mí, porque en ti lloraba, a la piedra, que era Cristo, por el cual yo te dejaba.