Hoy vamos a explorar uno de los lugares abandonados mas increíble de Buenos Aires, La iglesia abandonada de la estancia Micaela en el pueblo de vivoratá, una historia de amor que lleva a una mujer crearle una iglesia para venerar a su amado esposo...
En esta oportunidad tenemos la colaboración especial de nuestros amigos y parte de la familia de Viajar en Foco un canal que se dedica a recorrer los pueblos de Buenos Aires contándonos sus historias y secreto... Muchísimas gracias María Laura y Carlos...
Un agradecimiento Especial a mi amigo Jorge que es un Fotógrafo espectacular su instagram ProduccionesJLD
muchísimas gracias a todas las personas que me hacen el aguante día a día y un fuerte abrazo a todos aquellos que se preocuparon por mi y me mandaron por diferentes redes, que pasaba que no subía videos...La realidad es que ando muy ocupado, eso lleva a estrés por no llegar a cumplir con muchas cosas, hay días que tengo tiempo pero no me siento inspirado para realizar los videos que para mi es un arte, hay días que estoy inspirado pero no cuento con tiempo...todo un tema. Pero muchisimmas gracias por hacerme el aguante...
Historia.
Todo comienza a fines del siglo XIX, cuando Vivoratá, fundada en 1886, era un pequeño poblado en el que se iba concentrando una comunidad de productores agro ganaderos llegados del Viejo Mundo. Entre aquellos primeros pobladores se encontraban, un joven productor de 20 años llamado Eustaquio Aristizábal. Este era un próspero comerciante nacido en Navarra, España. Antes de llegar al partido de Mar Chiquita trabajó una breve estadía en Buenos Aires como panadero. Una vez instalado en la localidad montó junto a su socio José Abásolo el almacén de ramos generales "La Bilbaína" donde trabajaron así por catorce años acopiando frutos y cereales del país, obteniendo importantes ingresos. Con el dinero adquirido pudo comprar en 1895 una estancia a la que nombró como su joven y amada esposa, Micaela Ugalde
Todo marchaba perfectamente en la estancia, hasta que 6 de mayo de 1906 el señor Aristisabal fallece, quedando su esposa al frente del establecimiento. Es en ese momento cuando la señora Micaela decide la construcción del templo religioso valiéndose de la empresa de Raimundo Sampini e inaugurándola el 22 de marzo de 1911 con la bendición de Monseñor Bourdet.
El edificio es una réplica en menor escala de la Catedral de Mar del Plata
Junto a la iglesia se construyó la casa parroquial donde el sacerdote que la ocupaba, impartía educación escolar a los niños del pueblo además de oficiar diariamente la Santa Misa.
La iglesia Eustaquio Aristizábal tiene tres naves con sus altares, uno al centro y dos laterales. En el subsuelo se construyó una cripta con seis nichos, para el matrimonio propietario y cuatro familiares o amigos un altar revestido en mármol y una placa que simboliza la agonía de Jesús tallada en mármol labrado.
Otros lujos del edificio eran un órgano, un púlpito de madera tallada y dos pilas para agua bendita sobre columnas de mármol. Las aberturas y parte del mobiliario se trajeron de Francia.
Mientras tanto, la señora Micaela, viuda de Aristizábal, continuó con su tarea benefactora y donó a Coronel Vidal las instalaciones del colegio San Miguel y del Hospital, que también lleva el nombre de su esposo.
La mujer era el alma del lugar. Cuando falleció el templo comenzó a deteriorarse y en 1960 una gran inundación -la iglesia fue construida en una zona muy baja y esto afectó los cimientos y dejó daños estructurales irreparables. La cripta con los féretros de Micaela y Eustaquio se inundó y las columnas de la edificación comenzaron a derruirse. Más tarde los restos de Micaela y Eustaquio fueron trasladados al cementerio de Coronel Vidal.
El templo hermoso construido por Micaela para Eustaquio en 1911 cumplió las funciones de única iglesia de Vivoratá hasta 1962, cuando se construyó Nuestra Señora del Luján , dos años mas tarde cerró sus puertas de forma definitiva.
16 окт 2024