Ó Reina de la.Montaña, Madre contemplaritiva de.los Montes, que estás cerca del Cielo, delante del mar y y cercada del deserto de las Montañas que hacen el paño de honde de la naturaleza que ponen en relovo Tu Magnífico Santuário . Madre del Siléncio, de la Oración adoradora, cómo Te amo, venero y alabo. Mí Alma há deseado permanecer tan cerca de Ti, en Tu Terra Española. Eres Tu, Madre de la Soledad mi Modelo e ideal que en esra vida no lo pude realizar, pero Te pido Dulce, Terna y Bondadosa Madre, como mí Excelsa Maestra, tal como en soño Te te apresentaste a esta tan pequeña, inconstante, rebelde, pecadora, frágil y mimada hijita, indigna de tanto amor Tuyo, llena mí corazón y mí Alma de amor puro y de niña pequeniña por Tu Jesús persona-Díos Conosotros, Cruscificado e Resuscitado, e enseña-me y prepara-me para la soledade contemplativa adoradora del Rostro Glorioso de nuestro Señor y Dios, Tu Hijo Jesús-Cristo, en el cielo. Madre de Misericórdia, Auxilio de los Cristianos, Consueli de los afligidos, ruega por mí, por todos lo a hijos que Jesús Te confió en la Cruz. Alcanza que podamos amar a Cristo siempre y cada vez más, y con más intensidade. Sin miedo, sin baegaña, siempre protegidos y guardados sob Tu Capa de Madre Celestial, ó Señora Reina de Covadonga. Madre, Maman, Madreciña, acuda-nos y ruega por nosotros y por toda la España, Europa e América del Sur. Ámén
María Vargas...que hermosísimas tus palabras hacia Nuestra Señora. Es cierto que todas nuestras alabanzas siempre son pocas. Nuestra señora de Covadonga gracias por dejarme conocerte. Y que viva también Nuestra señora de San Sebastián de Garabandal❤
Este no es el himno oficial. Es una canción muy de Covadonga y es preciosa. Pero el himno es diferente. La letra del himno la recita la voz en off al principio de vídeo.
Por las noches les canto a mis hijas canciones de la Virgen María. Entre ellas la primera estrofa del himno: Dios te salva reina y madre del pueblo que hoy te corona. Ay. Quién estuviera en Asturias para rezar un ratín en la Santa Cueva.
