Tuve la suerte de estar en la guardería de la caleta. Recuerdo el portico con las enredaderas y rosas, una habitación con cunas y camitas donde echabamos la siesta, el botiquín donde ibamos cuando nos caiamos y, con mucha gracia, la enfermera-monitora te daba en la rodilla con el martillo para "comprobar" los reflejos.
A principios de los 80 estuve yo. Era una guardería increíble. Recuerdo el pórtico del jardín con las enredaderas y rosas, las camitas y cunas donde echábamos la siesta, la enfermería donde ibamos cuando nos caiamos y la enfermera-monitora, con mucha gracia, te daba en la rodilla con el martillo. No encuentro ni una foto.