La historia de la montaña leonesa es la misma que la del Pirineo oscense. Yo, que soy de un pueblo que se ha beneficiado del agua que baja del Pirineo y que se embalsa en La Sotonera, ve y escucha con desgarro estos testimonios porque me puedo imaginar lo duro que es abandonar no solo tu pueblo, también tus muertos, tu vida; todo lo que es uno.