La existencia de las sociedades naturales, corroborada por la prehistoria, la etnografía e incluso la etología y la primatología, pues existen también sociedades animales naturales, es una clara negación de las doctrinas contractualistas. Toda sociedad se compone de grupos, no de individuos. No puede aceptarse que brota del acuerdo o pacto suscrito por los particulares. Antes al contrario son los grupos los que, desarrollando relaciones de convergencia y divergencia entre sí, dan lugar a una u otra clase de sociedad.
25 окт 2024