Llegamos a la isla en pleno éxodo de turistas, el último día de vacaciones de mitad de año, mientras todos se preparaban para partir.
El día antes habíamos estimado que la ruta desde Arboletes hasta Paso Nuevo, corregimiento donde tomaríamos la lancha, nos iba a tomar no más de 2 horas. Sin embargo, esa mañana nos percatamos de que no teníamos efectivo suficiente para cubrir los gastos de la noche que pensábamos pasar en la isla, y ya nos habían advertido que allí no encontraríamos otro medio de pago.
Para no hacer la historia larga, solamente en encontrar un cajero en Arboletes o Montería, donde terminamos como última opción, tardamos lo que habíamos estimado para toda la ruta, además, luego nos enteraríamos de que la mitad del camino iba a ser carretera destapada.
Cuatro horas y media después, conocimos a Ato (+57 312 2537872) el isleño que acepto pasarnos en su lancha, y quién nos recogería, dos días después, ¡sí! dos días después, porque, así como fue de difícil llegar a la isla, así mismo nos costó dejarla. La magia del lugar y las personas que conocimos allí nos hicieron quedar una noche más.
12 авг 2023