Aunque el principio en el que se basa este juego es bastante simple, lo que hace Joaquín es una burrada. El grado de libertad que concede al espectador es enorme y la puesta en escena con la camiseta grabada es sensacional. Cuantos más vídeos veo de este mago más me convenzo de que la magia sí que existe. Muchas gracias Joaquín.
A Corbacho dice que le ponen nervioso los magos; a mí me pone nervioso él con ese afán de protagonismo intentando ser el gracioso cuando no le corresponde. Bravo Joaquín por aguantar y llevar adelante de manera espectacular el juego.