Johannes Brahms: Sinfonía N° 2 en re mayor, Op. 73 - Festival Barenboim | Centro Cultural Kirchner 

9.08 I - Allegro non troppo 25.14 II - Adagio non troppo 35.00 III- Allegretto grazioso (quasi andantino) 40.44 IV- Adagio - Allegro non troppo, ma con brio Thank you to share! - Gracias por compartir - Danke fürs Teilen!

Cuanta idea formal de la propagacion del sonido Sr Director DB. Admirable percepcion y muy real, con sencillez a su oido le agrgaria temperatura y humedad del medio /aire en este caso/ ademas de epoca del año y cantidad y vestimenta del publico. Maravilloso ud y la obra. Un orgullo para un oidor (y sonidista) de 60años. Daniel Horacio Zuccari

Colosal sinfonía, colosal director y orquesta y colosal sala de concierto, construida entre 2009 y 2015, por famosos expertos , en dónde fue el antiguo Correo Argentino- ....una joya histórica Argentina.

Hermosa. Las amo especialmente la nro. 4. Gracias mtro Baremboin

Impecable, gracias Daniel por interpretar a la perfección esta colosal sinfonía

Un gran maestro Bareinbom. Y sus expertos en salas de concierto saben mucho. Gracias por enseñarnos

Este concierto se realizó en 2018 y estuve presente en la función del día 17, que fue muy accidentada. El concierto se retrasó mucho (afortunadamente, porque con mi acompañante no pudimos llegar a la hora oficial de inicio) porque un paro de transportes sorpresivo hizo imposible llegar al CCK a tiempo a muchos integrantes del público, estando totalmente bloqueadas las vías del Metrobús sobre Alem. Pero además el público aplaudió entre todos los movimientos de la primera parte, que era la 2da. Sinfonía de Brahms (en la segunda parte se hizo la nro. 1). Esto motivó que, bastante contrariado, Barenboim se dirigiera al público para llamarle la atención, diciéndole agradecía el entusiasmo, pero la obra estaba encadenada en movimientos que tenían que ver entre sí y al aplaudir indebidamente se rompía la fluidez que debía tener. Luego, al comenzar la segunda parte, a un integrante del público que se encontraba en las tribunas detrás de la orquesta se le ocurrió tomar fotos, lo que previamente se adevertía claramente que estaba prohibido. Nuevamente Barenboim increpó a esta persona y le dijo que no se debía sacar fotos porque le molestaban los flashes en los ojos y porque simplemente no se debía hacer. Por suerte, esta vez nadie aplaudió entre los movimientos de la primera sinfonía. Ninguna de esas situaciones se ve en estos videos, seguramente los editores pensaron que esas indiscreciones deben ser erradicadas por alguna forma de vergüenza o autocensura. Mi opinión, por el contrario, es que por un lado se puede aprender de ellas, si uno no está acostumbrado a asistir a este tipo de conciertos, y por otro son esas cosas las que le dan vida a las grabaciones. Esa es la gran diferencia entre las grabaciones, eternamente iguales a sí mismas, y los conciertos en vivo, en los que siempre hay una cuota de azar involucrado.

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