Esa noche yo estaba acostado escuchando a Dolina, y recuerdo que cuando anunció que estaba invitado Juanjo salté de la cama para buscar un cassette. Grabé todo lo que tocó y disfruté cada nota. Me volvía loco ese estilo, esa manera de tocar, la cual veía tan lejana y difícil. Luego, con mucho esfuerzo y amor por la guitarra, pudimos (mi hermano y yo) conocerlo personalmente, compartir conciertos y grabar con el. Hoy lo recordamos con una gran emoción al querido Juanjo, y agradecemos la inmensa huella guitarrística que ha dejado.
Recuerdo que en una de las grabaciones Juanjo estaba cumpliendo 50 años, así que se puede calcular la fecha. Si llego a recuperar los cassettes trataré de digitalizarlos.