Suele pasar que la vida nos regala sorpresas, como este dulce canto de dos maravillosas mujeres que suena a montaña a paramo y a Colombia. Muchas gracias.
Dos colombianas, si colombianas, que nos llenan de felicidad con sus voces hermosas y con una linea musical que rescata parte de nuestra querida música y tal vez logren que unos cuantos jóvenes sigan su ejemplo.