A medida que fui creciendo aprendí que no hay años malos, hay años de los que se aprende más y otros menos, depende cuanto amamos y cuánto perdonamos según nuestra actitud. Aprendí que las alegrías que se comparten se agrandan y con las penas es al revés, se achican. Al compartir el corazón se agranda y así se disfrutan más las alegrías y las penas hacen menos daño.
Es mi deseo para todos para este 2017 que tengan un corazón enorme que los pueda hacer mucho más felices y soportar todo lo que no lo es.
LOS QUIERO MUCHO, FELICIDADES!
29 дек 2016