Hoy la vibra en el aire no es la misma, el aire carece de esa humedad, de ese rosa que teñía algún recuerdo. La sequedad del bolsillo y de la mente no dan descanso, pero algo circular no para de girar, consume blanca, churro y vida más que nada; enrieda cabelleras, si no es que deja pelada ciertas cabelleras y en su perfecta imperfección desanuda las esquinas que ataban a un animal que no querían soltar. Por último una risa inigual, un "ja" que lo hizo asustar. Pibe, ya no mires atrás. Pibe, mejor despegá.