En las orillas del río Genil, en el término del pueblo malagueño de Cuevas de San Marcos, se alza un monumento a la historia y la tradición: La Aceña. Este antiguo molino harinero, ha resistido el paso del tiempo como testigo silente de la historia del pueblo. Sus orígenes se pierden en el tiempo, podría remontarse a épocas tan lejanas como la musulmana o incluso la romana, aunque su historia aún aguarda ser desentrañada por investigaciones futuras. La rueda del molino, con sus robustos cangilones, continúa girando con la misma gracia y eficacia que en tiempos ancestrales, irrigando con su agua las fértiles huertas que la rodean. Es un espectáculo que despierta la imaginación y nos transporta a épocas pasadas. Pero La Aceña es más que los restos de su molino: es un símbolo de la belleza natural y la armonía entre el hombre y su entorno. Su enclave, en medio de un paraje de gran belleza, lo convierte en un lugar mágico donde el tiempo parece detenerse y la historia cobra vida.
18 сен 2024