Sobre la trivia. El prólogo: "Las máquinas nacieron de las cenizas de la guerra nuclear" puede ser un error -pereza- del guión, sí consideramos que el desenlace nuclear fue posible gracias a las máquinas ya existentes. Pero el segundo oyente remarca la neurosis de Casas, puesto que pasa de largo que el verbo "nacer" implica uno de los leitmotivs de la saga, a saber: las máquinas deben concebirse como entidades particulares dotadas de cualidades que ponen de relieve el interrogante sobre el mito de la condición humana. El T800 también flota en su moisés temporal, por eso aparece transportado hacia el pasado en posición casi fetal: una máquina que nace como cualquier humano: desnudo, solitario y en situación de peligro.
