Hay un Ángel que el Señor envía y su voz llena el templo de alabanzas. Lágrimas Rocio Miel nos envuelve con la dulzura de Jesús. Hoy y desde siempre hay una voz que me acompaña, al despertar, al llegar el atardecer, y mí vida se va transformando día a día, gracias Jesús por ponerme como instrumentarlo este hermoso ser quien me canta tus alabanzas, no me lo quité hasta que la sanación sea completa