Lucas 10:38-42.
Quiero iniciar compartiendo un poco acerca de Dwight Lyman (D.L.) Moody (1837-1899). Fue un zapatero y se convirtió en un famoso predicador.
En 1871, el ministerio de Moody en Chicago iba muy bien, era seguro y próspero. Había pensado en viajar como evangelista, pero ¿por qué dejar una posición tan cómoda?
Fue el gran incendio de Chicago que lo hizo cambiar de opinión. Su iglesia, su hogar, todo estaba en cenizas, al igual que los negocios de muchos de sus patrocinadores, por lo que Moody partió a Nueva York en busca de fondos para reconstruir la iglesia y la Asociación Cristiana de Jóvenes. Pero, un día al ir caminando, sintió lo que describió como “presencia y poder de Dios” como nunca lo había conocido, tanto que lloró en voz alta. Por lo que regresó a Chicago con una nueva visión: predicar el Reino de Dios cambiaría el mundo, no el trabajo social. Desde entonces, dedicó sus inmensas energías únicamente a la evangelización.
Muchos vivimos ocupados haciendo muchas cosas, y descuidamos la cosa más importante.
El mensaje de hoy tiene el propósito de aprender lo que la Biblia enseña acerca de la cosa más importante y pensar en lo que está enfocada nuestra vida.
De manera resumida expondré tres pasajes con relación a la cosa más importante que debe ser nuestro deseo y ocupación.
• Salmo 27:4. El rey David deseaba estar en la presencia de Dios: Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. En la versión, Nueva Traducción Viviente dice: Lo único que le pido al Señor, lo que más anhelo, es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.
• Marcos 10:21. Jesús le dice a un joven rico que deseaba la vida eterna: Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
• Lucas 10:41-42. Jesús le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas, pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Conclusión:
• El poder que dan ciertas ocupaciones, la confianza en las riquezas y las actividades cotidianas de la vida diaria en el hogar, nos pueden alejar de estar cerca de Dios por medio de Jesucristo.
• Uno es el responsable de vivir en la cosa más importante, la salvación por su gracia, mediante la fe en su amado Hijo Jesús, nuestro Señor y Salvador, y de compartirla a las personas que están a nuestro alrededor, familiares, vecinos, amigos, conocidos y desconocidos. Oremos para escoger, vivir y compartir esa buena parte.
5 окт 2024
