Casi un 6% de la población sufre encefalomieltis miálgica. Es más conocido como síndrome de la fatiga crónica, pero tampoco mucho más. Esta enfermedad es invisible para la gran mayoría de la población, pero aquellos que la sufren no pueden permitirse llevar una vida normal, ni mantener la actividad laboral o de estudios habitual o una vida social activa.
La encefalomelitis miálgica produce dolor musculoesquelético crónico y generalizado, fatiga intensa, alteraciones del sueño, ansiedad y depresión, problemas de memoria y jaquecas continuas, entre otros síntomas. Fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud en 1992 y en Europa, afecta a unos dos millones de personas de todas las edades, sobre todo, mujeres: el 85% del total.
Por esta razón, ya hace un año que nuestro eurodiputado Jordi Cañas trabajó para abrir los ojos de la Eurocámara sobre esta enfermedad y exigir a la Comisión más inversión para investigación y tratamiento. El Parlamento Europeo apoyó la resolución de Cañas con gran mayoría, pero, un año después, nada ha cambiado.
Hoy Jordi Cañas impulsa “Retos y oportunidades de la investigación de la encefalomelitis miálgica en Europa", un webinar con el fin de concienciar a la población española y europea de la enfermedad y promover su investigación. Porque no podemos tolerar la incomprensión médica y social hacia estas personas, que sufren muchas veces problemas en el trabajo y aislamiento.
Además, fomentar la investigación ahora es clave. Durante la pandemia de la Covid-19, los expertos aseguran que los afectados por la encefalomielitis miálgica podrían aumentar porque existe una relación entre estas enfermedades y las infecciones víricas. Al mismo tiempo, se abre una ventana a la investigación por la similitud entre los síntomas de la fatiga crónica y los que produce el covid persistente, el que padecen durante semanas algunos infectados por el coronavirus.
30 июн 2021