Si esperas fracasar, fracasarás. Por el contrario, si esperas tener éxito, lo tendrás. Decide lo que quieres, fija metas, deja que el poder de la fe en ti mismo y en Dios alimente tu fuerza interior.
Cuando aprendes a esperar lo mejor, pones a eso que deseas en el terreno de lo posible, y cada gran cosa se vuelve una posibilidad para ti.
Hay un principio verdadero que dice que la mente tiende a recibir aquello que espera profundamente.
Cuando quieres algo y lo espera, creas una atmósfera de factores positivos y tu búsqueda no será en vano. Repite con frecuencia “Espero lo mejor y con ayuda de Dios obtendré lo mejor”.
29 мар 2024