Gracias por demostrar el salvajismo asqueroso del maltrato animal. Es el monumento más grande del mundo que hace honor a los descerebrados sin alma que piensan que asesinar a un animal ante el público es un deporte. Dios guarde a los toros que en su instinto de supervivencia han podido matar a su arrogante asesino el torero. Maldita y asquerosa herencia española.